¿En qué consiste la operación de un tumor?
La operación consiste en la apertura del cráneo (craneotomía) para acceder al lugar donde está situado el tumor y extirparlo. En otras ocasiones puede proponerse la realización de una biopsia estereotáxica de la lesión que se realiza con una aguja guiada con gran precisión. Si la tumoración se encuentra en el raquis, para acceder al tumor se llevará a cabo una laminectomía (resección del hueso en la parte posterior del canal medular) o una laminoplastia (tras la cirugía se repone el hueso).
¿Es muy grande la cicatriz provocada por la cirugía?
La cicatriz en la piel del cuero cabelludo o en la espalda dependerá de la localización y tamaño de la lesión. Su neurocirujano puede proponerle procedimientos mínimamente invasivos que permiten acceder al área a intervenir a través de incisiones pequeñas, ocultas o a través de orificios naturales. Así se llevan a cabo procedimientos a través de zonas cubiertas por cabello, a través de las cejas o utilizando las fosas nasales o la boca.
¿Qué tecnología utilizan?
Previo a la cirugía se lleva a cabo una planificación cuidadosa de cada caso de forma individualizada. Para ello se utilizan sistemas de neuronavegación que permiten una precisa localización de la lesión. Se añade información sobre la localización de áreas cerebrales elocuentes y de cómo estas áreas se interconectan, proporcionada por técnicas como la Resonancia Funcional y la Tractografía. Durante la cirugía, además del neuronavegador se utilizan medios ópticos que permiten una mejor visualización de las lesiones como el microscopio y el endoscopio.
La administración de determinadas sustancias como el 5-ALA la noche previa a la intervención, permite en algunos pacientes la identificación durante la cirugía de las células tumorales mediante la visualización a través del microscopio de la fluorescencia que emiten. Esta técnica permite así obtener resecciones más completas.
Para seguridad del paciente se lleva a cabo intraoperatoriamente una monitorización neurofisiológica que puede incluir los nervios de la visión, de la audición, el nervio facial etc, así como las zonas cerebrales responsables del movimiento o la sensibilidad. En ocasiones se puede proponer al paciente la realización de una intervención en la que la resección de la tumoración se realice mientras está despierto, esta técnica permite la realización de un mapeo cerebral que logra identificar las áreas responsables del lenguaje y otras funciones complejas para preservarlas durante la cirugía.
¿Es curativa la cirugía en los tumores?
En algunos casos, la cirugía se considera curativa, poniendo fin al tratamiento, como es el caso de muchos tumores benignos. Cuando se trata de tumores malignos, la operación no es curativa sino que el objetivo de la misma es llegar al diagnóstico de certeza del tipo de tumor, reducir su tamaño para aliviar los síntomas de compresión cerebral y preparar para otros tratamientos posteriores, que suelen ser más efectivos si se ha podido reducir este tamaño. Estas otras opciones terapéuticas son la Radioterapia y la Quimioterapia, muchas veces imprescindibles en el tratamiento del paciente con un tumor cerebral que ya ha sido operado.
¿Cómo es el postoperatorio?
Dependerá mucho de la situación del paciente antes de la operación. Tras salir del quirófano, en la mayoría de los casos, el paciente pasará a la Unidad de Reanimación, donde permanecerá hasta el día siguiente a la operación. Esto tiene como objetivo que la recuperación de la anestesia sea lenta y lo más idónea para el cerebro recién operado. Además permite una mejor vigilancia del paciente en las primeras horas, pudiendo detectarse complicaciones tempranas que precisen de tratamiento médico o que requirieran una nueva reintervención.
Una vez de vuelta en la planta de Neurocirugía, paciente se irá incorporando progresivamente hasta levantarse lo antes posible. Tras 7-8 días de la intervención se retiran los puntos y el paciente será dado de alta pendiente o no de otros tratamientos complementarios en función del tipo de tumoración.
¿Cuáles son las complicaciones?
Existen una serie de complicaciones relacionadas con la anestesia general y otras derivadas de la localización en el cerebro del tumor (superficial/profunda, en área del lenguaje, del movimiento, de la visión etc.) y del tipo de tumoración (más o menos agresiva, más o menos vascularizada, etc.) En el postoperatorio inmediato, el hematoma en el lugar del tumor extirpado, aunque infrecuente puede requerir una reintervención urgente.
Las infecciones pueden ocurrir en el paciente operado de tumor cerebral y pueden ser locales y normalmente leves (de la herida de la piel) o generalizadas y potencialmente más graves (meningitis).
La aparición de crisis epilépticas no es infrecuente y aunque aparatosas, en general son controlables con tratamiento médico.